He horneado unas desast-pitas. Quería hacer pitas, pero las estiré poco y se quedaron demasiado pequeñas, 7-8 cm, y demasiado gorditas y se hincharon mucho. Con más miga que la pita. Además la corteza más durita. No eran ni pitas, por el tamaño, la textura y miga, y la corteza más dura. Pero tampoco eran molletes, no tan esponjosos y corteza más dura y más pequeños. Ni pulguitas (esos bollitos redodndoes o alargados de pan tipo barra/pistola/baguette) porque la cortez no estaba tan crujiente ni tampoco estaban tan hinchados.
O sea que ha quedado un extraño híbrido que no se sabe muy bien qué es. No es que estén malos o duros, no. Se comen bien pero no es lo proyectado. Y el éxito se mide no sólo por lo que consigues sino por lo que consigues en relación a lo que pretendías conseguir. Además muy pequeños, para comerme un falafel me lo tuve que repartir entre dos.
Bueno, otra vez será.
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