Buenas! Hace poquito que estamos haciendo pan en casa. Compré el libro de Lepard para ir probando recetas y hasta la fecha, habíamos hecho siempre pan blanco y pan de molino. En general nos salen muy ricos. Podrían tener mejor aspecto, pero me temo que eso tiene más que ver con que nuestro horno es horroroso, jajaja. Pero vaya, que estamos muy contentos con nuestros progresos.
Hace unos días se nos ocurrió probar la receta de barm de Lepard. Después de poner el barm a hacer, eché un vistazo al foro y vi varios comentarios acerca de que no es barm de verdad, que las levaduras de la cerveza ya no están en la cerveza en cuestión que viene envasada y tal, pero bueno, ya que nos habíamos puesto al tema, lo hemos hecho de todas formas. Además, como somos muy brutos, hemos hecho un montón de pequeños panecillos....
El asunto es que de sabor están riquísimos, una cosa exagerada. Además, al día siguiente tenían una corteza crujiente muy, muy rica y con bastante más sabor a cerveza del que yo esperaba. Sin embargo, la miga, aunque de sabor está muy rica, no ha salido bien... se ha quedado demasiado mazacote, como si no estuviera bien terminada de cocer. Me pregunto si esto se debe a que, efectivamente, la cerveza apenas tenía levadura alguna y al reducir la cantidad de masa madre que ponemos a la receta, ésta no tiene levadura suficiente para hacerse bien. Si fuera así, supongo que bastaría con subir la proporción de masa madre que añadimos al barm ¿no? Y digo yo... ¿el sabor es el mismo si se deja el barm preparado desde el día anterior o no compensa molestarse? ¿el sabor tan rico sería similar si sencillamente añadimos la cerveza al hidratar la masa?
En fin, por si alguien lo dudaba, con la miga mazacote y todo nos lo estamos ventilando. Ayer nos pusimos finos y hoy me acabo de hacer para merendar unas tostadas con mantequilla y están para hacer un capítulo aparte. Esto del pan me va a costar a mí veinte kilos de más, ya veréis, ya.
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