Esa idea, o algo parecida, es la que me llevó a empezar un blog sobre pan tradicional. La idea es que los panes que hemos conocido no dejen de hacerse, que se conozcan, que se compren, que se aprecien, etc. No sólo los panes sino todo lo que llevan asociados. Los panes modernos pueden sólo una receta novedosa, una apuesta gastronómica, saludable, etc. etc., pero los panes tradicionales, además de todo eso, llevan consigo toda una cultura, una forma de entender las cosas, un idioma, unas sensaciones, y un montón de cosas que creo que nos pueden aportar algo más, para empezar diversidad.
Es mi punto de vista, claro
la dirección del blog (también la pongo en la presentación):
Viajo poco y por eso no tengo muchos panes, así que paso algún tiempo intentando encontrarlos en Madrid. Y alguna cosa encuentro.
El resto del blog va en consonancia con lo que decía antes de la cultura que el pan genera a su alrededor.
saludos,
bonifacio barrio hijosa