Me hace llegar una amiga unos fragmentos de Los Pilares de la tierra, de Ken Follet. Yo me leí las primeras 600 páginas (hasta que me aburrí soberanamente) pero no recuerdo nada sobre pan. Pongo aquí los fragmentos porque son bastante curiosos, cada uno por una cosa. No sé si Follet se habrá documentado mucho para contar todo lo que cuenta, porque si no, se mete en unos berenjenales más que curiosos
página 855 aprox.
"Kindsbridge dió muestras de coraje el día uno de agosto, festividad de San Pedro Encadenado. Por la mañana, en todas las casas de la ciudad se preparó un pan. La cosecha había apenas terminado y la harina era abundante y barata. Los que no tenían horno en casa lo llevaban a cocer en el del vecino, en los grandes hornos del priorato o bien al de los dos panaderos de la ciudad, Peggy Baxter y Jack-atte-Noven. Hacia el mediodía en el ambiente flotaba el olor de pan recién hecho, cosa que hizo abrir el apetito a todo el mundo.
Los panes quedaron expuestos encima de las mesas instaladas en la pradera del otro lado del río, y toda la población desfiló hacia allí para admirarlos. No había dos iguales. Había con frutas o hierbas aromáticas. Había pan de ciruela, uva, de jengibre, pan de azúcar, pan de ajo, pan de cebolla y muchos más. Otros eran verdes por el perejil o amarillos por la yema de huevo, rojos por el sándalo o púrpura por el heliotropo. Les habían dado todas las formas posibles: triángulos, conos, bolas, estrellas, óvalos, pirámides, flautas, rollos, y hasta había en forma de ocho. Y todavía se veían de más ambiciosos: panes en forma de conejo, de osos, de mono o de dragón. Se podían ver incluso casas y castillos de pan. Pero todos coincidieron en cualificar como más espectacular el pan que había hecho Ellen , con la ayuda de Martha. Representaba la catedral de Kindsbridge con el aspecto que tendría una vez terminada....."
página 955 aprox.
"En un día como ese, el de Navidad, Aliena debería estar preparando un cisne y cubriéndolo con las plumas para servirlo en la mesa. Estarían seguramente bebiendo ponche hecho con cerveza, huevos, leche y nuez moscada. La comida que Jack tenía delante de los ojos no podía ser más diferente. Había exquisitas bandejas de cordero preparado con especias desconocidas, arroz mezclado con nueces y legumbres y ensaladas con zumo de limón y aceite de oliva. Le había costado un poco acostumbrarse a los guisos españoles. Allí nunca servían los cuartos de vaca, los pies de cerdo o la pata de ciervo que servían en Inglaterra y sin los cuales ninguna fiesta era digna de ser mencionada como tal. Tampoco servían las rebanadas gruesas de pan. En ese país no tenían praderas verdes para el pasto de grandes rebaños de bovinos , ni suficientes tierras fértiles para el cultivo de trigo. Compensaban la escasez de carne con imaginación a la hora de cocinar, y en lugar del omnipresente pan de los ingleses tenían una gran variedad de frutas y hortalizas. Jack vivía en Toledo con un pequeño grupo de clérigos ingleses que formaban parte de una comunidad internacional de eruditos que acogía a judíos, musulmanes y mudéjares. Los ingleses se ocupaban de traducir obras de matemáticas del árabe al latín, para que las pudieran leer los cristianos. Entre ellos había un ambiente de excitación febril, a medida que descubrían y exploraban el patrimonio acumulado por la sabiduría árabe."