Hola a todos,
bueno, pues ya está. Ya hemos hecho pan. Un pan negro, el más oscuro que he visto en mi vida, porque sólo quitamos la parte más gruesa del salvado, pero dejamos casi todo. Y además el trigo que pudimos recoger fue el que salvamos de las ratas, que se comieron el que mejor había llenado. Así que, como dice nuesto colega R., nuestra harina era "300% integral" jajajaja
A pesar de lo integral que es el pan, no era un ladrillo. No quedó alveolado, pero la textura era agradable. Y el sabor, sobre todo, era increíble. Sabía como si tuviera frutos secos, a pan de nueces y centeno, a pesar de que no llevaba ni lo uno ni lo otro. Pero es que la harina fresca es tan aromática.
Aún no he tenido tiempo de publicarlo en el blog, lo haré en breve. Pero mientras os dejo estas fotos.
Gracias por habernos acompañado en esta aventura.
Y ojalá que muchos os animeis a emprender la misma locura.