Ay pardo, por desgracia trabajo EN la burocracia. Viendo a ese animal desde dentro uno acaba generando paciencia si o si. Pero para mentes pequeñas es un refugio estupendo, proporciona un guión infalible, y jamás pierdes la razón. Por eso huyo de esa peste siempre que puedo. Pero ojo, al final cada uno debe ser quien pretende, ni más ni menos. Yo hablo con tranquilidad, como ves, siempre y cuando no se me tache de criminal en el saludo. Y presupongo la bondad de todo el mundo hasta que me demuestra lo contrario, soy así de simplón.
Entonces me duele la acusación de falta de perspectiva y sentido común "a priori". Yo me he cruzado con industriales buenos, normales y malos. Y con compañeros buenos, normales y malos. En todas partes cuecen habas. El marco normativo tiene que ser el punto de partida para el acuerdo porque, por suerte o por desgracia, la existencia de las normas permite diferenciar los buenos de los malos (en los dos bandos). La desgracia es que, muchas veces, las normas se escriben al dictado de los grandes, con claro perjuicio de las empresas pequeñas y artesanales. Nuestro sector es un claro ejemplo de ello, y al pequeño obrador se le aplica la misma normativa que a la gran panificadora desde el momento en que pretende distribuir a terceros. ¿Que usté maneja 200 kilos de masa totales al día? Nada, nada, usté me pone aquí la maquinaria como si manejase 20 toneladas...
¿El sistema? Bueno, verás: hay un estudio de costes que dice (de memoria, me puedo equivocar) que cada € que se invierte en prevención de la salud ahorra 5 € de media en medicina asistencial. Luego para el conjunto del sistema sanitario la inspección debería resultar rentable. Sin embargo, los políticos preferirán siempre invertir en medicina asistencial (visible, mérito suyo) que en servicios de prevención (invisibles). Hasta que truena: legionellas, intoxicaciones, triquinas, leishmanias... Entonces nos miran y nos dicen ¿dónde estaban ustedes?...
La lista de anécdotas es larga también en los dos bandos, te lo aseguro...
Tema tomates, se me olvidó el otro día. No creo que sea debido a nada especial que les pongan. El tomate natural es rico en ácidos (básicamente el oxálico). Aunque son ácidos orgánicos, y débiles, un medio húmedo y ácido continuado no es lo mejor para conservar la piel... Lo normal es que se te cuartee y se te irrite.
Y de los guantes poco puedo añadir a lo que tú ya has dicho. A priori, la persona que es limpia se cambiará los guantes o se los lavará con la misma frecuencia que se lavaría las manos si no los llevase. La persona que no lo es tiene una falsa sensación de seguridad con los guantes, y los utiliza de forma inadecuada... Yo los desaconsejo para trabajos normales precisamente por la falsa seguridad, pero nunca he pelado tomates escaldados durante horas
(¿haces empanadas?)
Un saludo, gracias por recuperar el tono