Bueno, pués estoy todavía impresionada, con la suerte que he tenido.
De hecho, fuí a El Folló presentando un pan, absolutamente, sin ninguna intención de ganar nada, lo que me interesaba, era ir y participar en todo el protocolo de la fiesta, para ver que tal.
Además, cuando tenía el pan, a punto de hornear, leí el resultado del concurso del foro, así que tenía claras mis posibilidades, (o eso pensaba)
Por cierto, muchas felicidades a los tres ganadores del concurso, seguro que vuestras recetas, serán muy exitosas
Ni por asomo pensé que me dieran un premio,doy las gracias a Iban, por promover el concurso del foro, que me hizo imaginar, "el pan vestido".
La fiesta, estuvo fantástica, con muy buen ambiente, daba toda la sensación de estar entre amigos, de hecho, así era, el pan nos une irremediablemente.
Qué decir de los maestros panaderos ¡Muy bién! estoy de acuerdo con Iban, en lo referente a Xavier Barriga, en todos los oficios debería haber personas con estas ganas locas de hacer muy bien su trabajo, a conciencia y conscientes, de lo que se llevan entre manos.¡Otro gallo nos cantaría!
Quisiera hacer hincapié, en una cosa que se comentó y que me parece de suma importancia. No deberíamos permitir el abuso, de infinidad de restauradores, por suerte no todos, que incluso ofreciendo, manjares exquisitos, tienen la desfachatez de presentar un pan indecente, Perdonad el tono, pero es que el tema, me saca de quicio.
Ayer se dijo allí, y con razón, que parte de la culpa quizás es nuestra, es decir, nos conformamos con lo que nos "echan", sin la mínima queja. ¡¡Así lo tienen fácil para seguir con su mala práxis!! Personalmente opino,(me hizo gracia que el panadero Pascual también lo dijera) que deberíamos darles nuestra opinión, antes de levantarnos de la mesa, tanto si es para destacar su magnífica calidad, como para decir que no nos ha gustado nada. Es más, si realmente el pan es malo, rechazarlo de entrada, desde el comienzo de la comida o cena.
Hoy no hay excusa, tienen todos los recursos a su alcance para hacerse con un pan buenísimo. Entonces, ¿por qué no lo ofrecen? Entonces, ¿Por qué lo consentimos?