Tenía ganas de documentar cómo va cambiando la masa a medida que pasa el tiempo y cómo se va alisando y construyendo un pan con una mínima manipulación. Aquí os enseño simplemente unas fotos que he tomado esta mañana mientras hacía una hogaza sencilla. No he mirado el reloj, ni sé cuánto he esperado, ni cuánto he amasado a ciencia cierta. Calculo que he estado amasando unos 10 segundos cada vez, y muy sutilmente, con cariño. La masa cambiaba sorprendentemente en mis manos. Es magia. Y aquí os lo enseño:
El pan recién mezclado. la hidratación era de un 50%.
Aquí (10min después) le acababa de añadir agua hasta un 65% de hidratación.
Primer amasado corto.
Segundo amasado corto.
Tras el tercer amasado corto. (Van 30 segundos en total de amasado)
Al cabo de una hora le he dado un pliegue.
A la hora del pliegue estaba estupenda.
Nada más. Mi intención no era otra que mostrar visualmente, para aquellos que no se atrevan todavía con los amasados cortos y los plegados, lo fácil que es amasar si dejamos a la masa hacer su parte. En definitiva, sólo se trata de ir ayudándola a organizar su estructura, con pequeños “toqueteos”. Espero que le haya servido de ayuda a alguien. El pan ya lo colgaré luego en un ratito en el hilo del diario.