Pues es un tema delicado, ya que efectivamente, con el calor los gorgojos suelen aparecer en plan de un día para otro. Las altas temperaturas y la humedad son los principales causantes de la proliferación de estos seres. Por eso se deben conservar las harinas en lugares fresquitos y muy secos.
A veces, es posible que abras una bolsa de harina y tenga un gorgojo dentro, y es posible que el gogojo no sea de esa harina, simplemente ha pasado de un saco a otro, en los molinos pasa muchísimo.
Algunas harinas (hoy por hoy) las menos, vienen envasadas en atmósfera de seguridad, esto es que le meten un gas inerte durante el envasado y la dejan sin oxígeno, esto aumenta la fecha de caducidad aproximadamente en un año más, por lo que dentro de la bolsita es imposible que se desarrolle ningún tipo de vida. Pero una vez abiertas se termina el encanto.
Yo he guardado harinas en el frigorífico durante un verano entero, bolsas de a lo mejor, 5-10 kilos, y me han aguantado sin bichitos, eso sí, pérdida de frescura, sabor, etc., pero al menos evitas ver a esos desagradable pobladores, que por otro lado tienen todo su derecho a vivir
En definitiva, creo que lo mejor es hacer muchísimo pan y gastarlas enseguida, así no le damos tiempo a nadie a que se las coman por nosotros,